Investiga y Lee con atención el articulo periodístico,
“El acuífero Guaraní: tesoro codiciado en tiempos de sed”
Investiga:
a. ¿Qué es un acuífero y como se forma?
"El acuífero Guaraní: tesoro codiciado en tiempos de sed"
a)
Teniendo en
cuenta el titulo del articulo, realiza una justificación al respecto ¿A que se
refiere?
b)
¿A quienes
podría abastecer de agua dulce?
c)
¿Qué intereses
económicos podrían tener Europa y los EEUU?
d)
¿Qué actitudes
estadounidense llaman la atención a los países del área?
e)
¿Cuál es la
“supuesta” intención de los EEUU? ¿Cuál crees que es la verdadera?
f)
¿Qué solución
propones ante la falta de agua en el planeta y el destino del acuífero?
Acuífero Guaraní: Tesoro
codiciado en tiempos de sed. Hinde Pomeraniec.
hpomeraniec@clarin.com
Es una de las mayores reservas subterráneas del mundo. Está
en una zona estratégica, la
Triple Frontera , y lo comparten Brasil, Argentina, Paraguay y
Uruguay. El agua ya es un bien escaso en Europa y EE.UU. No falta tanto para que la riqueza de una
civilización se mida en litros. Hace tiempo que se viene divulgando que la
escasez de agua será, en un futuro no muy lejano, motivo de guerras y su
posesión, el trofeo más preciado. Aquí en el sur, en un espacio compartido por
cuatro países, está la perla: el Acuífero Guaraní, conocido hasta ahora como la
tercera reserva subterránea de agua dulce del mundo aunque, según las últimas
estimaciones, podría ser el mayor curso de agua bajo la tierra.
Extendido entre las cuencas de los ríos
Paraná, Uruguay y Paraguay, el Acuífero Guaraní tiene una superficie aproximada
de 1.194.000 km2. El 70% le corresponde a Brasil, el 19% a la Argentina ; el 6% a
Paraguay y el 5% restante a Uruguay. Hasta la fecha, de todos modos, se
desconoce su alcance total, al punto que se ignora cuál es el extremo
occidental de la reserva en Paraguay y la Argentina , donde estiman que llega más allá de la
laguna de Mar Chiquita. También son estimaciones las que entienden que el
Guaraní podría llegar, por el sur, hasta los grandes lagos cordilleranos
argentinos. Sus dimensiones son
fabulosas: supera en tamaño a España, Francia y Portugal juntas. Con un volumen
de 55 mil kilómetros cúbicos (cada kilómetro cúbico equivale a un billón de
litros de agua), y con una explotación adecuada, podría abastecer a unas 720
millones de personas con una dotación diaria de 300 litros por
habitante. "El problema no radica
en que las reservas de agua sean cada vez menores sino en que su localización y
calidad están cambiando", le dijo un investigador "por un lado hay un
alto índice de contaminación del agua, mientras que por otro, está comenzando
una reubicación espacial de las precipitaciones y, así, del agua dulce".
Al parecer, las zonas de alta biodiversidad como la que alberga al Acuífero
Guaraní verán incrementar o por lo menos conservar los índices de precipitación
y, por lo tanto, esas zonas "se perfilan como estratégicas a nivel local,
regional y mundial".
Habría que recordar que de los 1,4 miles de millones de
km3 de agua que hay en el planeta, sólo el 2,5% corresponde a agua dulce, el
resto es sólo potabilizable con carísimos y complejos procesos de
desalinización que muy pocos gobiernos pueden implementar. El monto de agua en
el mundo se duplica cada 20 años y son muchas las variables para saber si
alcanzará para calmar la sed de todos: crecimiento demográfico, uso
indiscriminado en la agricultura y explotación descontrolada de cursos son
algunas. Las estadísticas dicen que el 85%
del agua que se usa es acaparado por el 12% de la población. Una vez más, una
torta que se reparte de manera desigual aunque en nuestro caso, la naturaleza
arroja beneficios de la inequidad. El continente americano, con sólo el 12% de
la población, contiene el 47% de las reservas de agua potable del mundo.
Mientras los países europeos padecen
falta de agua y desesperan porque apenas 5 de sus 55 ríos no están
contaminados, en Sudamérica el problema se presenta con la figura de un
fantasma, el de la privatización. Aquí hay agua, se la ve, y si no se la ve es
porque está bajo tierra, pero desde que los organismos internacionales
determinaron que el agua puede ser una mercancía regida por las leyes de la OMC y no un derecho humano, el
tránsito desde su curso a la canilla o la botella tiene color de dólar. Por
eso, una fuente como el acuífero, con un volumen anual explotable de 40 a 80 km3 es un
extraordinario manantial de riqueza para las empresas del rubro.
"Los organismos internacionales
como el Banco Mundial buscan crear en la región del Guaraní una nueva región
industrial y competitiva a nivel mundial, sin que les importe resguardar la
conservación del acuífero ni los reales intereses de los habitantes de la
región (15 millones de personas). Mientras
por su parte Europa tendría el ojo puesto en términos de negocios (las más
grandes empresas vinculadas a la industria del agua son europeas), EE.UU.
soporta la virtual desesperación de ver que sus reservas se acaban y se ven
ante un horizonte estéril y seco. Según
un completísimo informe, el 40% de los ríos y los lagos de EE.UU. están
contaminados, igual que acuíferos como el Ogallala, que se extiende por 8
estados desde Dakota del sur hasta Texas y que en algunas zonas ha disminuido
su caudal hasta 30 metros .
La sobreexplotación y el uso de agrotóxicos están terminando de matar las
aguas. Al norte con Canadá y al sur con México, los cursos compartidos y las
legislaciones leídas con intereses propios están derivando en conflictos cuyo
tono se eleva cada año que pasa.
Sin ley, no hay defensa posible. Para el gobierno de los EEUU se planteaban
los principales elementos geo-estratégicos que seguían siendo importantes para
la seguridad nacional. en el siglo que se avecinaba., uno era garantizar
"que los países del hemisferio no sean hostiles a nuestras preocupaciones
de seguridad nacional". Es
prioritario que los países que albergan al Guaraní promulguen legislaciones que
lo protejan como patrimonio de esas naciones. Debía asegurarse "que los
recursos naturales del hemisferio estén disponibles para responder a nuestras
prioridades nacionales".
La reciente visita del jefe del
Pentágono, Donald Rumsfeld, a Paraguay y su ánimo de adecuar a los estados de
la región para inmunizar a sus soldados volvieron a encender las fantasías de
expropiación. Desde el norte, contestan que el verdadero interés de Washington
no es el acuífero sino la posible concentración de actividades terroristas en
la zona de la llamada Triple Frontera donde, curiosamente, está alojado el
Guaraní, que nutre a unas 500 ciudades de agua.
La obsesión del gobierno estadounidense con el terrorismo es bien
conocida. Menos en cambio lo son sus preocupaciones sobre el futuro y el medio
ambiente, temas en los que, en general, se han mostrado reacios a colaborar.
Pero es imposible no prestarle cierta atención a cuestiones imperiosas. En
febrero de 2004, alguien filtró al diario británico The Guardian un informe
secreto del consejero del Pentágono, que advertía de los oscuros efectos del
calentamiento global en el planeta a corto plazo, entre ellos, la falta de agua
potable. Allí se sugería además que EE.UU. debía prepararse para estar en
condiciones de apropiarse de este recurso estratégico, allí donde esté, y
cuando sea necesario.